Ultimamente tengo la sensación que los días (y mis noches) se suceden unos a otros sin diferenciación: la misma rutina, los mismos deberes. INformes, mensajes, solicitudes... Escasos minutos para ciencia. Pero, sobre todo, un profundo cansancio.
En el fondo de mi mente, la misma pregunta: ¿para qué?
En el fondo de mi mente, la misma pregunta: ¿para qué?
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